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¡BIENVENID@S! a mi Blog personal.

Desde aquí, espero transmitiros, todas la emociones, sentimientos, alegrías, penas y satisfacciones, que mi pluma sea capaz de plasmar sobre el folio.

Espero que os guste y al menos durante los minutos de lectura de éste, vuestras emociones, sensaciones, sean como mínimo, gratificantes y enriquecedoras.

Un abrazo.
Annia




domingo, 19 de junio de 2011

EL MONSTRUO DE LOS OJOS VERDES. II Parte

Sigamos Vuestras Mercedes, el cuento que en espera dejamos…

Hablábales del Monstruo de los ojos verdes, que tenía a los lugareños acobardados…
Como decía en el Mester que les recité; éste regentaba sus dominios, a expensas de lo que sus Vasallos hacían; nadie en el Condado, las ordenes de éste desobedecían

Así, poco a poco, su poder iba aumentando; sus arcas se iban llenando. Con el sudor de aquellos, que, sin atreverse a enfrentarse a él; con dolor y cansancio, sus cosechas seguían cultivando…

Más de un Caballero Errante, intentó enfrentarse a él… acudiendo con sus quejas al Clero. Pedíanle, que rogara en sus nombres, que sus trabajos fueran respetados; que sus horarios fueran normales; que los tributos que pagaban, fueran acorde con lo que en las cosechas se recopilaba.
Pero éste, siempre pedía, que para hacerlo, le dieran tiempo. Ya que lo no que querían, era pagar al Aldeano, con el fondo de sus riquezas, a pesar de  las pocas ganancias que éstos  obtenían, después de pagar al Monstruo lo que debían.

Otras veces, rogaban a los Mercaderes, no fueran tan usureros; pero éstos pensando en su amo, no daba a éstos resuello. No les importaba el tiempo, en que tardaran en cobrar su mercancía. Su pago, era siempre el mismo. Sus ganancias lo merecían.

Ante esto; los Aldeanos, botaron por acudir a los Nobles Señores, pidiendo a éstos, que batallarán en nombre de ellos; para conseguir al final, mantener su Dignidad.

Estos con precaución, llegaron a la morada del Monstruo al que me refiero. A buenas, con él hablaron. Pero, ni que hablaran, ni que exigieran los derechos del Pueblo, a éste le afectaba en nada. El, ya tenía sus Mercaderes, para que con ellos negociaran.

Por último, cuando ya cansados, veían como transcurría el tiempo; con la esperanza de ser escuchados, acudieron a sus Rey, presto.
Este, no daba crédito a sus palabras. No entendía bien los hechos. Había otorgado poder a los Nobles, para que esos asuntos solucionaran. Confiaba en éstos y les pedía, que el tiempo transcurrir dejaran.

A lo largo de la historia, justo sería contar, como, para asombro del pueblo, algunos Vasallos, cansados, de la tiranía de éste, a pesar de que ponía en entredicho su sustento; dieron un giro a éste cuento… Apelaron a su conciencia; usaron sus conocimientos; dando fe de su  proceder, actuaron  con  integridad; a pesar de que el Monstruo, sus voces quisiera callar. Dieron a la Justina Interior, paso a través de sus acciones; daban al pueblo sin decirlo, lo que éste necesitaba; siempre que les era posible, sin el  Monstruo en ello reparara…

Cansados, estaban ellos… Como estoy cansado yo…
Mis versos por hoy, se han terminado… Mis ojos, reclaman su presencia al sueño… ¡Ya, no leo el texto!

Si  vuestras mercedes quieren, otro día, recitaré el resto…  

Annia Mancheño

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